De cómo un simio intentó usar una herramienta llamada palabra O de las muchas formas que me gustas...

Aún buscando destilar alguna buena combinación entre Benedetti (quizá por lo sureño) y Bukowski para hacer algo equilibrado, la verdad que después del de la saeta de las caderas no sé si salga algo mejor tan pronto(o mejor que el de las estrellas y el tigre...), no por la imposibilidad, si por el hecho de que la improvisación me sienta mejor que la norma...

Casi a punto de olvidar, de donde viene la gracia,
En tu enervante burlar, de un piropo con afasia,
Provocándonos la risa, con su urgente polio,
Su estupidez con prisa, de su habla con escolio,
De uno que dice rimar, el que habla de un minino,
con estrellas sin pensar, de aquel lerdo tan supino...
Y entre las ínfimas torpezas, liberando carcajadas,
Por tus ligeras diablesas, tus pupilas acromadas,
Cual ceñidor me coarta, y antes de erguir palabra,
y que tu dicción me parta, echas un abracadabra,
Mientras besan mis oídos, haciéndome así acallar,
Entre torpes graznidos, fonemas de lo vulgar...
Con tus estéticas formas, quedome ensimismado,
Me persuaden tus corvas, haciéndome descarado,
Como un sátiro con sorna, ignorando el descuido,
más cuando tu risa torna, el día amortiza sentido,
Nada más puedo decir, contemplando tu soltura,
Sin poderme ya cohibir, prendido de tu locura...

Pour le trés folle à lier, Bleuella, le ineffable, le belle, le aléatoire...
parfois je écris seulement pour toi... et hurle aussi . . .

 

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