Hay de soledades a soledades

Dentro de la historia del hombre siempre ha habido diversos temas que llaman la atención, esta ocasión abarco el tema del ser social, se supone que todos somos seres sociales por naturaleza, que uno nace y nace en comunidad en la célula fundamental de la sociedad la familia. Como tal es de suponerse que uno debe desarrollarse en su entorno, más sin embargo cabe hacer la aclaración de que el ser también es solitario en muchas ocasiones, en la mayoría de los casos por sucesos en su vida, otras tantas pareciera que están predestinados a ser ermitaños.

De ahí que viene mi aclaración acerca de lo que es la soledad y el sentirse solo, considero que hay una distancia abismal entre estos dos conceptos ya que la soledad puede consistir inclusive en una trama de sinapsis que se recrean constantemente al mantener al individuo bajo un mismo entorno o sentimientos transmitidos desde que este se esta gestando, ya que no tiene noción de que sucede pero es claro que experimenta estas sensaciones, otra razón es la insatisfacción que provee el entorno a individuo, llegando al cometario tan citado “me siento solo estando rodeado de gente”.

En cuanto a soledad se refiere hay dos tipos:

La emocional, esta se dice que proviene del nunca haber experimentado ningún tipo de satisfacción relacionándose con otras personas, debido a su propia inseguridad.

La social, refiriéndose esa a la carencia de afinidad con las personas que le rodean aunado a una falta de interés por parte del individuo vinculado a no sentirse nunca en un entorno que propicie su desarrollo, técnicamente este es el caso más usual.

Ahora que siendo objetivos yo considero que la soledad es parte fundamental del desarrollo del ser, esencia de la reflexión y el autoconocimiento es la soledad, como visualizar la vida sin un respiro de sentirnos a gusto con nosotros mismos, ya que es cierto “no hay que estar loco para hablar solo, pero ayuda bastante”.
Cabe también mencionar el hecho de que muchas personas disfrutamos tanto esa auto compañía que llegamos a pensar que las personas solo nos quitan el tiempo y distraen de fines mayores, olvidando que somos seres sociales.

Retomando la definida soledad social podríamos relacionarla sin más complicaciones como la que da pie o causante de este otro concepto, “sentirse solo”.

El sentirse solo no es más que una necesidad del ser de integrarse a alguien más, a algunos más, a la sociedad, al entorno, o simplemente no estar solo…

Se dice que como parte del ser tenemos ese otro aspecto de siempre irnos hacia los dos extremos, es decir, desde la paranoia más insufrible, hasta sentirnos solos tanto como para olvidarnos de la auto preservación de la vida, ya ni hablar de la descendencia, mas que otra cosa, de nosotros mismos.

Sentirnos solos estando acompañados, ¿pero esto de donde proviene? Supongo que del hecho de no sentirnos bien ni con nosotros mismos, cuando no podemos disfrutar de la compañía de uno mismo, ¿es acaso una codependencia a la sociedad? Siendo puramente mi opinión diré que es un desorden que toma parte de este ya citado “Neoscurantismo”, esa pereza del ser que es obviamente un problema que la gente ha sobrepasado por siglos pero que hoy en día se ve más enfatizado y de una manera mas renuente. Pretextos para justificar esto hay muchos, pero razones reales solo hay unas cuantas, el darse cuenta de la realidad a todos y cada uno nos pesa, pero esto no quiere decir que todo se acabo e incorporarnos a ese sentimiento de soledad colectiva.

Hay cosas que le hacen pensar a uno que no esta completamente solo, o que es ignorado por el mundo, es egoísta pensar que somos el centro del universo, pero los pequeños “sazones” de la vida nos hacen sonreír y menciono esta situación por lo siguiente, en diversas ocasiones me han tachado de homosexual o de tonto, borracho drogado o solo un simplón por sonreír en la calle y llevar esa sonrisa de una manera que yo denomino “sanamente egoísta” al no pensar en los demás y compartir esa sonrisa, la mayoría de las ocasiones recibo comentarios como “joto, ese viene borracho, pinche loco!!!” o simplemente la gente voltea hacia otro lado, o me barren, pero las escasas ocasiones que me regresan la sonrisa, como dan ganas de seguirá compartiendo, como cuando iba en el metro y me levante debido a que una anciana necesitaba el lugar, y digo necesitaba por que se veía cansada y cargaba varias bolsas, sentándome así en mi lugar favorito del metro, el piso, ahí nadie molesta mientras haya espacio, y de pronto comenzó a sangrarme la nariz, yo enseguida busque con celeridad dentro de mi mochila algún tipo de papel o pañuelo desechable, pero no halle nada… Y así como un Ícaro precipitándose, apareció un joven con dos pañuelos y me sonrió, (no lo tomen como algo raro el venia con su novia), ese día con todo y nariz sangrada me baje muy contento del metro pensando en que ese egoísmo del cual estamos haciendo una doctrina conservadora y purista, esa antítesis de la naturaleza del ser humano, no había contagiado a todos.

Es cierto, la gente quita el tiempo, es cierto la gente regala tiempo, es bello disfrutar de esa soledad y aprender a interpretar nuestros propios silencios, pero es mas importante aún no perder ese lado humano que aún reside en nosotros, dejarlo morir es simplemente imperdonable. Es por esto que yo les pregunto ¿hace cuanto que no le sonríen a un extraño? ¿Hace cuanto que no ceden un lugar? ¿Hace cuanto que no ayudan a un completo desconocido? ¿Hace cuanto que no se dan el tiempo para hablarse a si mismos? El mismo tiempo que gastan frente al espejo para que su aspecto les hable a los demás…

Yo no soy el buen samaritano, ni tampoco soy súper sociable ni súper antisocial, es solo algo que tenia que compartir, o quizá tenia que decirlo de igual forma ni siquiera para ser escuchado por otros, si no para ser escuchado por mi mismo, viniendo de mi mismo, piénsenlo, ¿ustedes de que lado están? ¿Demasiado solos? O ¿demasiado acompañados?



 

2 Responses to Hay de soledades a soledades

  1. Manguito Says:
    "La capacidad de estar a solas" un texto muy interesante, como es que desde pequeños llegamos a tener la madurez para estar a solas aunque estemos acompañados. Luego te paso el autor.
    besos!
  2. Norm Says:
    pues yo siempre estaba sola, soy hija única y aprendí a estar conmigo. actualmente, hay veces que no soporto estar con mucha gente... aunque hay otras más donde no soporto estar conmigo.